Bandoleros, estafadores y criminales


Bandoleros, estafadores y criminales
(TERCERA PARTE)

Por: Carmelo Corripio Pineda “El Búho” 

La devaluación con Adolfo Ruiz Cortinez. Durante el gobierno de Adolfo Ruiz Cortinez se produjeron problemas por el desnivel de la balanza comercial, así que en abril de 1954 se decretó la devaluación del peso mexicano, cuya paridad pasó de 8.65 a 12.50. Sin embargo esa devaluación tan severa aseguró la estabilidad del peso durante 22 años. Este es un ejemplo claro de como en ciertas ocasiones devaluar voluntariamente la moneda local ayuda al crecimiento económico del país.La devaluación con López Portillo. A finales del gobierno del presidente José López Portillo, se resolvió estatizar la banca comercial privada al tiempo que expropiaban 6 mil millones de dólares de cuenta habientes que habían abierto cuentas en esa divisa en el país. El resultado no fue extraño: la fuga de capitales que ya era fuerte se tornó absolutamente incontrolable. Esta medida, junto con el anuncio de moratoria de pagos de la deuda externa, provocaron dos sexenios de enorme devaluación. Durante el gobierno de López Portillo fue del 866% y durante el gobierno de su sucesor, Miguel de la Madrid, del 1443%. La devaluación de 1994 y 1995. Muchos economistas creen que la crisis al inicio del gobierno de Ernesto Zedillo se pudo haber evitado si durante el mandato de Carlos Salinas de Gortari no se hubiera controlado el tipo de cambio para tener "un peso fuerte" artificial, y se hubiera devaluado paulativamente en su momento. El peso tomó su valor real de golpe, provocando una enorme crisis económica. Otra devaluación importante ocurrió en México en 1994 y 1995. A raíz de la aparición de la guerrilla del EZLN en Chiapas en 1993, se inició una fuga de capitales. Además en 1993, entra en funciones el tratado de libre comercio de Norteamérica, lo que provoca estancamiento económico y aumento de las importaciones. En 1994 se incrementa la desconfianza en el país ya que es año electoral, y ocurre el asesinato del candidato oficial Luis Donaldo Colosio. La fuga de capitales se nota por la paulatina (aunque controlada) devaluación del peso, y la baja en la Bolsa Mexicana de Valores. Además, otro motivo de desconfianza ante el gobierno mexicano era que su deuda externa e interna era enorme, y de vencimiento de muy corto plazo. Era tal la desconfianza, que el gobierno de Carlos Salinas tuvo que emitir los famosos tesobonos, deuda gubernamental indexada en Dólares y con vencimiento a un año. Resultado de la fuga de capitales debido a la desconfianza ante un mal gobierno: Una devaluación heredada a Ernesto Zedillo, quien en su periodo vió devaluar al peso un 173%.
23.- El miserable salario mínimo. La tabla Inflación-Salario Mínimo, México desde 1935  (actualizada a 2018), muestra claramente la pérdida del poder adquisitivo de las clases populares y por lo mismo echa por tierra  el mito de la Justicia Social, tantas veces expresada en los períodos sexenales de los ex presidentes populistas Luis Echeverría y José López Portillo, verdaderos causantes de la crisis que aún vivimos. Aunque el Salario Mínimo ha dejado de tener representatividad económica, pues es insuficiente para vivir, de cualquier manera se hace la comparación, que bien puede ser real, sobre todo para aquellas familias que viven en la extrema pobreza, pero además porque el comportamiento del salario mínimo se refleja en otros estratos salariales de la misma forma mostrada y porcentaje y por lo mismo lo que tenemos hoy son niveles salariales estancados por más de 17 años y deteriorados por más de 24 años, para todos los ciudadanos que trabajan; desde ayudantes y obreros, hasta empleados y profesionistas.
Por otra parte es el único índice salarial que se puede analizar y actualizar conforme a la inflación en un período tan largo, dado que existen estadísticas oficiales del mismo, INEGI; desde 1934.
24.- La descarada corrupción política. Si bien es cierto que la corrupción ha acompañado siempre a las sociedades humanas, es en los últimos tiempos cuando parece crecer de manera alarmante sobre todo en los países menos desarrollados, aunque no deja tampoco a las potencias, como ha sido evidente en los casos de Rusia o Italia. En México esta corrupción política, definida como el uso y abuso del poder y el dinero público para fines personales por parte de los líderes políticos, ha estado presente siempre, incluso desde antes de que México surgiera como país. Aunque historiadores han documentado cómo los antiguos mexicas castigaban duramente a los hombres de poder que cometían actos de esta naturaleza (el castigo era la pena de muerte) la corrupción ya existía en Tenochtitlan, pero fue con la conquista española que este mal fue enquistándose en psique nacional. Fue legendaria la manera en que el conquistador Hernán Cortés y sus hombres robaron todo lo que pudieron a los aztecas, sin rendir cuentas a la corona española, lo que hizo que Cortés perdiera el favor de los Reyes de España. Luego de que México surgió como nación independiente, los malos manejos de los gobernantes continuaron; aún se recuerda la fastuosidad con que vivían personajes como el autonombrado emperador Agustín de Iturbide, o el varias veces presidente Antonio López de Santa Anna. Ya en el siglo 20 este mal continuó, acompañado por la impunidad para los que se enriquecían a la sombra del poder, aunque los gobiernos mexicanos buscaban acallar o quitarles importancia a los escándalos de los que la prensa daba cuenta muy esporádicamente; tal fue el caso del gobierno de Miguel Alemán Valdéz, cuya presidencia es recordada por el tráfico de influencias y la creación de inmensas fortunas bajo el amparo de la silla presidencial. La corrupción en el México moderno. Pero fue desde el último tercio del siglo pasado cuando se desataron los malos manejos de la clase política como nunca antes se había visto. Con la presidencia de José López Portillo la corrupción llegó a niveles de escándalo; nombró parientes y amigos en puestos para los que no estaban preparados y en los que se enriquecieron vergonzosamente: tales son los casos de Margarita López Portillo y sobretodo, de Arturo Durazo Moreno; Además el primer mandatario edificó una lujosísima casa a las afueras de la Ciudad de México, cuyo costo no hubiera podido cubrir ni con el sueldo oficial que tuvo en toda su carrera política. Aunque los siguientes presidentes trataron de combatir este mal, castigando a algunos funcionarios públicos, la corrupción permaneció y volvió a ser un dolor de cabeza bajo el gobierno de Carlos Salinas de Gortari. Las privatizaciones de bienes públicos en ese sexenio solo beneficiaron a amigos, colaboradores y partidarios del mandatario; el tráfico de influencias creció y aunque el gobierno de Salinas hizo creer a todo el país que México estaba por entrar al primer mundo, todo se desvaneció al acabar su mandato. Pero es en el actual gobierno cuando las cosas se salieron de control... ahora no desaparecen millones de pesos de las arcas públicas sino miles de millones. El último reporte de Transparecia Internacional emitido en enero de 2017 indica que México cayó 28 puntos en la tabla de corrupción mundial; paso del lugar 95 al 123 de los países con mayor percepción de corrupción de 176 países del mundo analizados. Con el poder que se les dio a los gobernadores en los sexenios del PAN, a fin de fortalecer a la federación, estos obtuvieron el manejo de los dineros públicos y sin un efectivo control central, menudearon los gobernadores que hoy son investigados o perseguidos de la justicia por robos de increíbles sumas de capital. Los casos de los ex-gobernadores Javier y Cesar Duarte, Humberto Moreira, Roberto Borge y muchos más, han indignado a la sociedad mexicana. Ahora se suma el caso del estado de Zacatecas; el diario Reforma dió a conocer este 2 de mayo que el gobierno de esa entidad simuló dar salarios austeros a sus funcionarios mientras que "por abajo del agua" les daba jugosos bonos no reportados. Y esto es apenas lo primero que se está dando a conocer de esta investigación.