Abrevando


Abrevando
José Antonio Lavín Reyna

“Ser buena persona no es sinónimo de ser Pendejo, ser buena persona es algo que muchos pendejos no entienden”.

AMLO y los cambios reclamados
Los ciudadanos, bueno un 63% del total  de los que tenían derecho a votar y de ellos un porcentaje del 53% lo hizo por MORENA y sus aliados, dicho resultado electoral deben traducirse en una profunda transformación de nuestras instituciones.
AMLO es presidente electo, ya tiene nombrado gran parte de su gabinete,  señalado tres grandes rubros de inversión: Tren Maya, dos refinerías y rehabilitación de las seis existentes, sembrar miles de árboles de vocación industrial y frutal y promover el beisbol. Los anteriores anuncios han ocasionado las críticas de los politólogos y economistas neoliberales, para ellos todo lo planteado es malo, con ello buscan reducir la gran expectativa acerca de lo que será su gobierno  a partir del 1 de diciembre.
MORENA y AMLO no deben olvidar  que su abultado triunfo en las urnas, obedeció, entre otras cosas, al hartazgo con las políticas gubernamentales implementadas en el país desde 1982, este triunfo se deberá traducir en transformaciones que den un rumbo diferente a nuestro país. Si al finalizar el sexenio la ciudadanía no percibe un cambio para bien en su entorno más inmediato, en su vida cotidiana, evaluará de manera negativa a la administración encabezada por AMLO.
El gran desafío es que los cambios tienen que darse tanto en las instituciones federales, como en las estatales y municipales. Comprendo que en términos sociales un sexenio es muy poco tiempo para que el modelo de gestión pública se transforme en los tres ámbitos de gobierno, pero al menos en los temas de corrupción, impunidad e inseguridad, los resultados tienen que ser visibles.
Para el ciudadano de a pie, las administraciones municipal y estatal son quienes le sirven de referencia acerca de lo que hace o deja de hacer el gobierno. El estado que luzca su ciudad en términos de servicios públicos o la información sobre aquellos problemas que más los aquejan, sirven como indicadores para evaluar las políticas gubernamentales. Si lo que ven los ciudadanos es un reguero de muertos o a un gobernador enriquecido, evidentemente que considerarán que el cambio como producto de su voto del 1 de julio deberá alcanzar para modificar esa realidad. Las transformaciones para ser percibidas por una gran parte de la población tienen que impactar al ámbito local.
Debe de entenderse que la llegada de un presidente de la República que puso en el centro de su proyecto gubernamental el combate a la corrupción, tenga que dar resultados en el corto y mediano plazos. Sin embargo, las acciones y resultados no pueden circunscribirse al ámbito federal. Desde luego que son muy importantes, pero deberán percibirse en el entorno cotidiano del ciudadano.
Es muy probable que estas sean algunas razones que explican la propuesta de la figura de “coordinadores estatales” o “delegados”, que vendrían a sustituir a todos los delegados de dependencias federales en los estados. Esto se traducirá en una importante reducción del aparato burocrático. Un federalismo que mal funciona y que ha transformado a los gobernadores en verdaderos señores feudales que administran las entidades como propiedad privada, serán objeto de control. Este tema les ha dado mucha tela de que hablar a los comunicólogos, se rasgan las vestiduras y  han puesto el grito en el cielo aduciendo que se trata de crear un poder paralelo que servirá para construir un “partido de Estado”.
Si esos politólogos le dieran lectura a esa estructura planteada como una forma de combatir la corrupción en nuestro país, que servirá para atarles las manos y los dedos a los gobernadores y alcaldes, para evitar que continúen haciendo negocios al amparo de su cargo, sin ningún tipo de contrapeso. La pregunta para los críticos sería que explicaran por qué razón estiman que si en lugar de 20 delegados solo existe uno por entidad, ello se deberá traducir en mayor concentración del poder presidencial. Argumentan que no deberían ser miembros de MORENA o haber perdido la elección de gobernador o incluso que deberían ser de otra entidad. Pero lo que es un hecho es que los delegados actuales son cuotas del partido en el poder y no recuerdo a alguno de los comentócratas cuestionando tales designaciones. Hoy, el miedo no “anda en burro”. Pero si no hay un combate real a la corrupción en los tres ámbitos gubernamentales la luna de miel de los ciudadanos con AMLO terminará anticipadamente.
Es la única garantía para que el programa de gobierno con una visión de izquierda o socialdemócrata sea trascendente y no una simple experiencia pasajera. Si no hay cambios estructurales, las posibilidades para que un candidato de MORENA repita en la presidencia de la República son mínimas.
Algo Más…
Corrupción es no tener papelería verde, esa que está exigiendo la SEP en las actas certificadas de nacimiento, en las Agencias del Registro Civil, el “estúpido” gusto del burócrata de tener frente a él, a unos mansos y domados ciudadanos, corrupción es tener asesores que no sirven para nada, corrupción es no tener personal de Tránsito en los diversos cruceros dirigiendo e infraccionando a los que no llevan documentación, corrupción es no tener recorridos de prevención al delito por toda la ciudad, corrupción es tener el primer cuadro obscuro y lleno de vendedores ambulantes, corrupción es que el barrendero público no barra, solo recoja basura, el polvo ahí se queda, corrupción es podar los árboles sanos que estorban a las fachadas de centros comerciales y de amigos de la funcionaria de marra, corrupción es no dar mantenimiento a los camiones recolectores de basura, corrupción es permitir que los Directores de cada área llenen de personal “carnal” sus oficinas y les otorguen base.  Como verán mucho son los temas de corrupción.
CDXIX.- Otro robo es la colocación de una nueva tubería de agua potable a la colonia Guadalupe desde el rebombeo del Tecnológico, cuando en el 1993 se terminó la línea No. 3 para surtir de agua a esa colonia, más los nuevos fraccionamientos autorizados a los amigos del régimen, agotaron esa conducción.
Así como van los foros se ve muy lejana una mejoría en  seguridad.
Vamos Toño Jaimes, coloca a gente preparada en las distintas áreas, no compadres y amigos. Insisto, Jaimes debe abandonar su idea de gobernar con sus compadres y amigos y nombrar una contraloría independiente y un comité de compras y adjudicación de obras ciudadano.
Sabías que: Pulsar el botón de posponer en tu alarma repetidas ocasiones puede hacerte sentir más cansado que si te hubieras levantado de inmediato.
Hasta la vista.