LECTURA POLÍTICA

LECTURA POLÍTICA
Noé Mondragón Norato

El perdedor mayor
La inédita recomposición de fuerzas políticas al interior del Congreso local para septiembre próximo, anticipa la natural pérdida de fuerza política del actual gobernador priísta, Héctor Astudillo Flores. De hecho, el dirigente estatal del Morena, Amílcar Sandoval Ballesteros, anunció que los diputados de ese partido, bajarán a 50 por ciento el salario de mandatario estatal y de los diputados locales. Y atacarán a través de sus curules, temas que se han salido de control en la agenda pública, como la inseguridad y la corrupción en la actual administración estatal. Eso abre otras lecturas.
¿CONTRAPESO REAL?- No es la primera ocasión en que el Congreso local es dominado por una mayoría opositora. En la 58 legislatura (2005-2008), el PRD alcanzó 18 curules de mayoría relativa –como hoy logra repetirlo el Morena-  y 4 de representación proporcional. Totalizó 22. La cámara local está compuesta por 46 diputados. La clave para votar y alcanzar mayoría en iniciativas, exhortos, puntos de acuerdo y decretos, se encuentra en los diputados plurinominales que son 18. Y se reparten de acuerdo a los votos obtenidos, entre los distintos partidos políticos. En aquella legislatura, el PRI ganó en nueve distritos locales. Es decir, tres más que en la pasada elección del 1 de julio. Y entraron cuatro plurinominales. Sumaron 13. Al PRD le faltaron siempre los votos de dos diputados –del PAN, PC o PT-  para alcanzar mayoría. Esa misma dificultad política tendrá el Morena a partir de septiembre. Y se lee así. 1.- A pesar de que el ex gobernador perredista Zeferino Torreblanca, abrió mediáticamente la cloaca financiera en julio de 2015, tanto en la Secretaría de Salud como en el Invisur; el Congreso local nunca se involucró en el asunto. Ni siquiera cuando asesinaron al diputado local panista, Jorge Bajos Valverde, -en enero de 2007-, la mayoría legislativa perredista tuvo un activo papel al respecto. Y se entendía de algún modo: una mayoría perredista no podía cuestionar las decisiones del gobernante perteneciente a su mismo partido. Por eso y al igual que las anteriores camadas de diputados locales tricolores, la de 2005-2008 no hizo ninguna diferencia. Repitieron inercias y vicios. 2.- Esta vez, los papeles cambiaron. Porque habrá un Congreso local de mayoría opositora al gobernador en turno. Sin embargo, el problema que se anticipa en la mayoría legislativa del Morena, es uno solo: al sentirse en desventaja política, el gobernador tricolor Héctor Astudillo, se meterá de lleno al cabildeo con los diputados de otros partidos opositores. Sobre todo, con los plurinominales. Incluso, comprará sus votos a fin de que las medidas políticas extremas propuestas en tribuna por el Morena, no pasen. Incluida su eventual renuncia al cargo, ante la ausencia tangible de resultados. 3.- El forcejeo político sin embargo, tendrá un tercero en discordia que pondría fin definitivo a esas controversias: el propio presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, que milita y es fundador del Morena. El escenario se le complicará al gobernador priísta, porque su partido no será mayoría en tres cámaras legislativas estratégicas: la de Senadores, de diputados federales y el Congreso local. A la proclividad natural para comprar votos legislativos a precios millonarios –como se ha hecho reiteradamente en el pasado reciente-, podría operar con determinación una auditoria a la administración estatal ordenada por el Senado y los diputados federales. De esta forma, Astudillo Flores, se estaría quedando atorado y con los dedos en la puerta. Porque el perdedor mayor de la pasada elección en Guerrero, fue el propio gobernador.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Irónicamente, la primera propuesta anunciada por el senador de primera minoría, el priísta Manuel Añorve Baños, será bajar el precio de la gasolina, que su propio partido subió. Y que votó a favor en la cámara de diputados su cónyuge, la diputada federal, Julieta Fernández Márquez. La contradicción aparece como pareja permanente de Añorve, quien pasó de panzazo al Senado. Pero ya está muy chamuscado.