PATADAS BAJO LA MESA

Moisés Ocampo Román.

Dicen los empresarios mexicanos, que bueno que se cayeron los edificios para así generar empleos en el rubro de la construcción; que además tendrán protocolos de seguridad como cualquier edificio de Abu Dhabi. Con esto la ciudad de México será como las residencias de Juan Gabriel, y casi debemos de agradecerle a Peña Nieto las reformas estructurales que, por cierto, pareciera que fueron dictaminadas por protección civil y, claro, por eso México sigue de pie. No le quiten méritos al tonto de Los Pinos.
Si no fuera por el valeroso soldado que preguntaba a garganta abierta por los padres de Frida Sofía en los escombros de la Escuela Rébsamen (quien fue reformador de la educación implementando las ideas suizas, y que ahora “la nuña” se basó; por cierto me asusté feo, pensé que era la hija buena de la Alejandra Guzmán) y nadie contestó, y voltean a ver al secretario de Marina, Pancho Soberón, y éste como el perico de Beto sólo alzó los hombros y frunció los labios hacia arriba. Entonces alguien dijo: ¡órale ojetes, así se llama la perrita de rescate! Cierto es que esa escuela es una muestra de la gran impunidad y corrupción de las autoridades de CDMX. A ellos no les cayó el Seguro Social ni Desarrollo Urbano que parecen perros de olor, porque apenas estás haciendo un coladito cuando te caen los honradisísimos inspectores.
Pero entre tantas desgracias surge el PRI y “El Clavillazo” Ochoa Reza diciendo que siendo estadistas y honorables como Fantomas , como Chucho El Roto o Robin Hood, van a regresar lana que les cayó como si le hubieran pegado al gordo, pero del INE quienes están festejando que eso sucediera pero no saben que también sus barbas están remojadas y tendrán que dejar de comer como marranos de chiquero o del rancho “El Girasol”.
Y bueno, para terminar, la obtusa y corcholata Carmen Salinas (ni se acuerda de su Pedrito en su bullicio curul) dijo que la culpa del terremoto la tienen las bombas que aventó Kim Jong-un. ¡Pendeja!