Noé Mondragón Norato
Los mensajes de
Acapulco
Para la logística del presidente Enrique Peña Nieto,
fue un error de cálculo político. Porque en tiempo, el
jefe de gobierno capitalino perredista, Miguel Ángel Mancera Aguayo, le ganó. Logró
una concentración masiva de acarreados en Acapulco, apenas un día antes de
la visita presidencial, cuyo fin era la inauguración de la primera etapa
del macro túnel. Esa situación desde luego, le causó cierta
irritación que no pudo ocultar ni esconder, al hacer algunos desaires
políticos al edil perredista, Evodio Velázquez Aguirre. Pero se
entienden por la coyuntura.
PEÑA: DECLIVES
POLÍTICOS.- El presidente Peña Nieto
entró ya, en su fase de mayor declive político. Es decir, al
arrancar la sucesión presidencial de julio de 2018 y
comenzar el golpeteo de los partidos políticos de
oposición, la figura presidencial comenzó a eclipsar. Y el
comportamiento político del presidente en Acapulco, revela los
estertores de un partido tricolor que está no solo en una coyuntura de
aguda crisis política y de credibilidad social, sino
sobre todo, de que ese partido pierda la conducción y el
control del gobierno de la república. Se lee así: 1.- Al
presidente le incomodó hondamente, el recibimiento político que
el edil Evodio Velázquez, le dio al jefe de gobierno capitalino, Miguel Ángel
Mancera, en la coyuntura de la construcción del Frente Amplio
Democrático, leído como un virtual destape del propio
Mancera, rumbo a los escenarios de la elección presidencial de julio
de 2018. Todo, apenas un día antes de que Peña Nieto, inaugurara el
macro túnel.Pero hay un punto que trasciende, quería cobrar Peña
Nieto: las escaramuzas políticas sostenidas en las
últimas semanas con el propio gobernador Héctor Astudillo Flores, a quien
dirigentes perredistas lo han señalado recurrentemente, de orquestar una
feroz campaña políticacontra el edil porteño Evodio Velázquez.
Por eso durante dicho evento, el presidente mostró una evidente frialdad política hacia
el edil. Olvida, preso de la soberbia, que esas actitudes del pasado jurásico tricolor
ya no puede replicarlas, en virtud de su agudo desgaste político. Pero
sobre todo, de que en vez de ganar, pierde en coyunturas de
crisis creadas por él mismo. 2.- Si el gobernador Astudillo Flores,
quiso mostrar el músculo y el arropamiento político presidencial ante
sus constantes yerros como autoridad estatal, al final de
cuentas perdierontanto el presidente Peña Nieto, como el propio
mandatario estatal. Por cuando menos dos elocuentes señales: si
ambos están irritados ante el inminente escenario de la
reelección del alcalde perredista porteño; en dicho evento no
mostraron una potencial carta política tricolor que
pudiera meterse a la competencia por dicha alcaldía. Y hacerle
sombra desde ya, a Evodio Velázquez. Eso por un lado. Por el
otro, declinaroninvitar al ex edil tricolor y ex secretario de
Operación Política del CEN del PRI, Manuel Añorve Baños, amigo personal
y puntal políticoinnegable del propio
mandatario estatal. Además, uno de los tiradores priístas por
la candidatura al Senado de la república. Con ello se confirmó que la
unidad interna tricolor no es tan real como parece. Y que
la disputa interna por esa candidatura, va a ser feroz. En
cierto modo, las señales políticas enviadas desde
Acapulco, revelan esa situación.
HOJEADAS DE
PÁGINAS…El gobernador Héctor
Astudillo, inauguró varias obras en la zona norte. Lo curioso del asunto, es
que estuvo acompañado de “su amigo”, el ex gobernador
Rubén Figueroa Alcocer, a cuyo grupo político mantiene en la fría
banca. ¿Será acaso que el vetusto personaje de Huitzuco, ya
negoció su regreso político con el gobernador? ¿O pudo encarecer
la negociación con la difusión de esa postal? En los próximos días se
despejarán esas dudas.