Moisés Ocampo Román
Creo que Efraín López Morales ha confundido las cosas. A mí me divierte
esta situación, y si mi editor, Julio César Zubillaga lo permite, no me cansa
contravenirme con un necio. Y fíjate “Fayín” (ya que estamos en confianza) que
sí reflexiono, y digo ¿por qué se pone así Fayín? ¿Alguien le estará pagando
para estarme refutando sin menoscabo? Porque sabemos del cariño que le tienes
al “chayote” y además te subes al Ring sin protección bucal, lo que es más
peligroso que unas cachetadas de don Jorge. Créeme que no estoy desesperado; al
contrario, tenía rato que nadie se atrevía a meterse conmigo y no porque tenga
corona, sino porque los compañeros tienen respeto y además hay tantas cosas que
escribir y criticar. Claro es que este espacio lo hubieras aprovechado para
echarle porras a algún político y a completas para los frijoles. Digo, ni
Alejandro Aparacio anda tan enojado contigo, y te comento: si tanto necesitas
esos cursos yo te puedo pagar uno. De verdad, sin necesidad que el gobierno te
lo pague, para que no andes de limosnero ni pedinche. Esa fue tu molestia, te
pusiste un saco a tu medida, pero no era tuyo.
Eres insistente que el dinero público sirva para que te manden a un
curso de periodismo. Pregúntale a los que pagan impuestos si les sirve que a un
periodista lo manden con el dinero de sus impuestos a un curso; si es
obligación de Herón mandarte a que progreses y aprendas de periodismo. Ya que
te gusta hablar de ética y moral, pues quiero decirte que NO es ni ético ni
moral pedirle a quien no es tu patrón, ni tu jefe ni tu padre, que te mande a
la escuelita. Para mí, repito, es una vergüenza. Ni en las mejores fantasías
que he tenido pediría que me paguen un curso. Te invito, sin agradecerme, a un
curso en donde te digan que “perro no come perro”, donde te pongan hacer una
plana completa de: “no debo molestar ni criticar a un compañero, o alguien que
escribe en el mismo medio”. Y te repito: sospecho que alguien te está pagando,
ya vez que eres fácil para el dinero, porque si fueras un tipo que no “escribe
por escribir” en el programa de radio no chistas ni un regaño, te acomodas muy
fácilmente, y eso para ti debe ser grandioso, porque veo que el periodismo lo
ves desde otro cristal. Y no voy a pedir esquina.