José Antonio Lavín
Reyna
“Siempre hemos
estado en riesgo, pero creo que ahora es mucho, mucho peor porque nos hemos
convertido en un obstáculo”.
Entrevista a un
periodista antes de su asesinato (II)
Un mes antes de ser
asesinado, el escritor Javier Valdez (50 años) aseguraba que en México no hay
condiciones para una vida digna ni para ejercer el periodismo. Se lo expresó a
María Llamas Díaz de BBC Mundo. Como periodista Javier Valdez narraba
historias de desaparecidos, víctimas y viudas, pero también matones y pistoleros.
El año pasado
publicó el último: “Narcoperiodismo, la prensa en medio del crimen y la
denuncia”. Javier Valdez contribuyó con su testimonio a una investigación
universitaria sobre la situación del periodismo en México, el tercer país del
mundo con más periodistas asesinados: 106 desde 2000.
De esa extensa
entrevista, la cual puede leer completa en el portal www.animalpolítico.com, tomo otra pregunta que retrata la
situación actual, del que ejerce el periodismo.
¿Cómo describiría
la situación actual del gobierno federal en relación con los medios de
comunicación?
Al gobierno federal
le vale madre el tema de los periodistas. No le importa. La libertad de
expresión… No le interesa. Lo que te puedo decir ahora es que no hay
condiciones para una vida digna en México, y si no hay estas condiciones,
tampoco hay condiciones para ejercer el periodismo. Al gobierno no le importa
este aspecto, no le importa aplicar la ley. Por eso, creo que solo son dos
casos en los que hay detenidos de cerca de un centenar de homicidios y
desaparecidos, etcétera. Son como 250 periodistas que están pidiendo asilo
político en Estados Unidos.
Se sigue manejando
el tema de la publicidad oficial con mucha discrecionalidad. Se privilegia
mucho a las televisoras, a las estaciones de radio por la audiencia y porque es
discrecional el asunto de las concesiones que se dan a estaciones de radio y
televisión. Entonces, es un criterio de carácter político, no hay igualdad, no
hay transparencia. A los medios críticos nos siguen castigando con publicidad.
Entonces, no hay salvación. Tú no puedes acudir al gobierno si te amenaza el
narco. Lo mejor si te amenaza el narco y es un narco poderoso… lo mejor es o te
sales del periodismo o te vas del país, porque ya no hay dónde acudir o a quién
acudir.
¿Cómo diría usted
que ha afectado la transición del gobierno de Vicente Fox, Felipe Calderón y
Enrique Peña Nieto? ¿Hubo algún cambio en el trato a los periodistas en esos
gobiernos?
Mira, para precisar
yo no hablaría de transición. Yo hablaría de alternancia, nada más. No hay un
proceso de transición democrática, ojalá. No veo yo ningún cambio, ni con Fox,
ni con Calderón y mucho menos con Peña Nieto. En esencia es lo mismo. Es un
gobierno sometido al narco, un gobierno que ha privilegiado los negocios, que
no respeta el ejercicio crítico de los periodistas, que no garantiza la libre
expresión de los ciudadanos, activistas, por eso también son muchos activistas
asesinados.
Yo creo que una
transición democrática sí debería reflejarse, como parte de este cambio
sustancial, en un mejor ambiente para el trabajo de los periodistas. Un
ambiente menos enfermo, menos contaminado, menos deteriorado como el que
tenemos ahora. Es una parte importantísima, y no… yo veo que ahora la actitud
de la autoridad, ya sea por omisiones o por complicidad, es de cercenar la voz
crítica, los oídos y los ojos de los ciudadanos frente a esta realidad.
En México, donde la
seguridad es mala en relación a los periodistas, ¿cómo se controla desde el periodismo
a las autoridades en casos de corrupción o violencia?
Yo creo que en ese
aspecto también se perdió mucho terreno. Ahora, creo que hasta hace poco, a lo
mejor un par de años se podía hablar de los malos manejos de la autoridad, del
ámbito político, etc. Pero ahora, cada vez es más peligroso abordar el tema de
la política, ya no solo el narco te pone en riesgo, incluso asuntos
universitarios, de servicios públicos, de mal manejo de recursos… todo esto te
está poniendo en riesgo.
Se trasladó el
riesgo de la cobertura periodística a ámbitos estrictamente políticos por la
penetración del narco, entonces no veo por ahí tampoco opciones para decir que
se puede evitar o disminuir los riesgos, haciendo esto o aquello, no.
No hay manera de
contrarrestar eso, uno a veces en periódicos como el que yo fundé aquí en
Culiacán, discutimos las notas. Es una redacción viva, hay mucha confianza, hay
notas que no encargamos a los periodistas jóvenes, que son nuevos, para que no
se pongan en riesgo y en ocasiones, nosotros decimos: no vamos a publicar esto
porque es peligroso.
Pero no hay
fórmulas, ¿no? Cada historia te va dictando un tratamiento diferente. Lo que si
te puedo decir es que crece mucho este riesgo ahora que se tocan temas
políticos, ya no solo es el narco. ¿Y por qué razón? Porque los narcos hicieron
a estos políticos, yo sostengo que esta clase política es hija del narco, es
intolerante.
Fue financiada por
el narco, fue creada por el narco, tiene negocios con el narco, más que otra
generación. No hablo solo de un partido político. Entonces, no tiene cultura de
medios, no tiene cultura democrática… Y explota fácilmente, y recurre a lo que
tienen a mano, que es el brazo armado del narco para responder a los
periodistas críticos, no?
Esta clase política
es hija del narco.
Lamentablemente, eso
ha aumentado, esa actitud. Porque antes el político iba con los narcos, los
buscaba, el político antes le pedía dinero al narco y el narco lo financiaba.
Ahora no. Ahora el narco busca al político, lo hace, lo promueve, lo alimenta,
lo nutre, lo hace candidato. Cuando llega al gobierno, dice quiero que pongas a
tal, a tal y a tal en la policía, en tránsito, en permisos, en asuntos legales,
en asuntos de trámites, en asuntos de actas de nacimiento, de propiedades, etc.
Pone a gente en los
ámbitos que tienen los negocios. Entonces, ya es cuando nosotros hablamos de
narco política, porque ya no es un político que acudió al narco, ¿no? Es un
narco, que el narco promovió para que se hiciera político. Entonces ya son
narco gobiernos, estos. En ese aspecto también, hay una grave amenaza.
CCCXV.- Desde
este lunes, a algún genio en Obras Públicas se le ocurrió remodelar la
estructura de piedra que aparenta ser un acueducto y que es en la calle Aldama,
una obra innecesaria, no se tienen datos de costo ni de quién la ejecuta.
Para acabarla de amolar a pocos metros están y siguen creciendo tres enormes
hoyancos, producto de excavaciones y reparaciones malhechas. Por ello en lugar
de tirar el dinero en adornitos, sería mejor reparar de manera seria y
profesional los hoyos.
Lo anterior nos
demuestra que tenemos gobiernos con estilo de la vieja guardia priista,
declaraciones de oropel, práctica del nepotismo y obras infladas en
cantidad y precio.