Atoyac de Álvarez, Gro., 24 Mayo del 2017.- El campesino
Raúl Santiago Iturio hizo lo que pudo para salvar la vida de su bebé de apenas
cinco meses de nacido, pero no lo logró. Hoy suplica al gobernador Héctor
Astudillo Flores, que dote de médicos, personal y medicamentos a los Centros de
Salud de la sierra, que carecen de todo.
Muere bebé por falta de atención médica…
* Padre regresó con su hijo en ataúd; Centros de Salud carecen de todo:
médicos, personal y medicamentos
Edgar de Jesús/API
Atoyac de Álvarez, Gro., 24 Mayo del 2017.- El campesino
Raúl Santiago Iturio hizo lo que pudo para salvar la vida de su bebé de apenas
cinco meses de nacido, pero no lo logró.
Por una complicación respiratoria lo llevó a Atoyac en un camino rural
de hora y media, pero al llegar al hospital, lo dejaron otra hora en la sala de
espera. Regresó a su pueblo, "El Camarón", con el pequeño dentro de
un ataúd.
"El Camarón" se ubica en la parte media de la Sierra de
Guerrero, en el municipio de Atoyac de Álvarez, región Costa Grande. Es un
pueblo pequeño afectado desde 2014 por la tormenta "Manuel". El
camino que lo conecta con la cabecera municipal está devastado y, tendría que
haberse reconstruido con recursos del "Plan Nuevo Guerrero", pero no
se hizo.
Ese camino tuvo que cruzar Raúl para llevar a su hijo al hospital
general “Juventino Rodríguez”, porque en el pueblo, la doctora asignada no pudo
hacer mucho ante el desabasto de medicamento; problema que tienen casi todos
los pueblos de la Sierra, por no decir "todos".
Su hijo enfermó repentinamente y empezó a tener dificultades para
respirar. Al no tener acceso a medicamentos en El Camarón, lo llevó en una
vieja camioneta hasta el hospital de Atoyac, sin embargo, ahí lo hicieron
esperar una hora más.
Los médicos y enfermeras "estaban atendiendo a otros
pascientes". No había lugar ni tiempo para que le dieran un trato digno al
hijo de Raúl, y para cuando lo ingresaron a la sala de urgencias, el pequeño
dejó de respirar. No pudieron ya reanimarlo.
Raul alertó una y otra vez al personal administrativo del nosocomio,
que su hijo casi no podía respirar, y en sus brazos permaneció así hasta que ya
se estaba ahogando. Fue entonces que le brindaron la atención.
El bebé falleció a las siete y media de la mañana del miércoles pasado,
24 de Mayo.
Santiago Iturio salió del hospital al mediodía, compró un ataúd y fue
por el cuerpo de su bebé para llevarlo a su pueblo, donde su familia ni si
quiera sabía que solo regresaría el cadáver.
Cuando pase el duelo va a demandar al hospital por negligencia médica,
dijo el campesino, entre su impotencia.
Evidentemente dolido, suplicó al Gobernador del Estado que envíe
médicos y enfermeras suficientes a los centros de salud de los pueblos de la
Sierra, y que los dote de medicamento, para que otras familias no tengan que
sufrir lo mismo que él. (Agencia Periodística de Investigación)