Noé Mondragón Norato
La desesperación
política de Añorve
El ex edil priísta de Acapulco, Manuel Añorve Baños,
denota desesperación y marcado nerviosismo. Se
entiende: desde el centro del país, las señales políticas del
equipo presidencial no han sido favorables para su grupo
político, liderado por el desgastado y cuestionado político sonorense,
Manlio Fabio Beltrones Rivera. Por eso, Añorve se aferra al único
reducto de poder que mantiene vigente, para intentar sacar la cabeza y
retornar a la arena política local: su alianza de poder abierta con
el gobernador Héctor Astudillo Flores. Y de ahí se lee lo demás.
INDIFERENCIAS Y
SOSLAYOS.- Durante la
pasada elección de gobernador de 2015, unieron fuerzas tres grupos
políticos: el del ex gobernador René Juárez Cisneros; el de Manuel
Añorve; y el de Héctor Astudillo. Excluyeron al grupo político
del ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer. Al primero, el secretario de
Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, se lo llevó a la subsecretaria de
Gobernación. Pero no hizo lo mismo con Manuel Añorve, quien se quedó en
el desempleo político a raíz de su salida de la
Secretaría de Operación Política del CEN del PRI. Y de ahí se abren otras
lecturas: 1.- Una vez instalado como gobernador, Héctor Astudillo
se aplicó decidido, en la vertiente de pagar favores políticos de
campaña. De hecho, se convirtió en rehén político de
Manuel Añorve. Una sola pista lo confirma: antes de cumplir su
primer año de gobierno, Astudillo anunció que haría cambios y enroques en
su gabinete. Pero ya pasó más del año y medio sin cumplir con
esa promesa. Porque mover a los actuales funcionarios, implicaría en cierto
modo, crear fisuras y hasta eventualmente, romper con
Añorve. 2.- Durante su reciente visita a Guerrero, Osorio Chong le dio
el clásico espaldarazo político a Héctor Astudillo, al
negar la designación de un Comisionado Nacional de Seguridad. Aunque trasciende que
éste opera ya en las sombras y sin nombramiento público. El
signo más visible de lo anterior, lo explican dos situaciones en
concreto: A) El secretario de Gobernación abandonó por mucho
tiempo al gobierno de Guerrero. Su última visita a la entidad, fue el 7
de marzo de este año. Y regresó hasta el 16 de mayo. Dejó
que la violencia la enfrentara el gobernador solo. Pero fue
contraproducente. Porque alcanzó niveles muy altos. B) Tras
anunciar que no habrá Comisionado Nacional, hubo un despliegue de Ejército y
policías en San Miguel Totolapan. Y se detectó que la delincuencia había
penetrado la alcaldía de Zihuatanejo, a través de su policía municipal. Un
trabajo que el gobernador no había hecho. 3.- A partir de ahí, se
comenzó a mover también, el propio Añorve. Ubicó como blanco
político al alcalde perredista de Acapulco, Evodio Velázquez
Aguirre. Y utilizó la relación política de éste último con Rubén Figueroa
Smutny –su archirrival político-, para atacarlos a los dos. El
punto es Osorio Chong ignoró en su última visita, a Manuel
Añorve. Y por otro lado, el presidente Peña Nieto, rescató directa y
políticamente al ex edil de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos –otro de
los rivales de Añorve-, y lo designó como delegado estatal del ISSSTE. Porque
el propósito del gobernador Héctor Astudillo y de Manuel Añorve, consistía
en dejarlo en la congeladora política tricolor. Moreno
Arcos, esperó en vano más de un año a que Astudillo cumpliera
con sus compromisos. Y por eso, Añorve está desesperado. Los
mensajes del poder tricolor federal no son buenos para él. El
mandatario estatal lo sabe. Pero calla y otorga.
HOJEADAS DE
PÁGINAS…La Fiscalía General del
Estado (FGE) no cuenta con líneas de investigación sólidas en
relación al homicidio del político calentano, Elí Camacho Goicochea. Como el de
Ambrosio Soto y el de Demetrio Saldívar, la impunidad parece
tener mano otra vez. Ni siquiera los asesores del
mandatario estatal encuentran la Ley torcida y la Justicia podrida.