LECTURA POLÍTICA
Noé
Mondragón Norato
PRI:
tres escenarios de la derrota en la capital
El PRI se encuentra en la antesala de perder la
capital del Estado en la próxima elección de julio de 2018. No
solo por laineficacia para gobernar del edil tricolor, Marco
Antonio Leyva Mena -quien le ha disminuido adeptos y
simpatías a ese partido en este municipio político-, sino porque el
gasolinazo de enero disminuyó sustancialmente las
esperanzas de los aspirantes tricolores que ya se formaron en la fila. Basta
con ubicar algunos escenarios para entenderlo mejor.
PRI: PERDER LA
CAPITAL.- Para que el PRI retenga la
capital en la próxima elección federal, se necesita que ocurran cuando menos tres
cosas: que desde esas filas partidistas se empuje urgentemente la
licencia forzada del alcalde Leyva Mena; que no ocurra otro
gasolinazo que cuestione con dureza, el voto de
los diputados federales tricolores que lo aprobaron; y que enel PRI se
mantenga la unidad partidista. El problema es que ninguno de
los tres escenarios parece estar en vías de concretarse, sino todo lo
contrario. Es cuestión de atar los cabos: 1.- El alcalde de
Chilpancingo, Marco Antonio Leyva, obnubilado por el poder, cree falsamente estar
haciendo bien las cosas. Llegó al descaro de
maniobrar para que le entregaran “un reconocimiento” el
pasado 9 de febrero por parte del Instituto Nacional para el Federalismo y el
Desarrollo Municipal (INAFED), por “su gestión” en el
Ayuntamiento de Chilpancingo. Pero tiene abandonada la
ciudad. Al eterno problema de la basura, suma el de la inseguridad, calles
destrozadas por todos lados, alumbrado público deficiente y la remodelación de
la avenida Alemán, que parece no tener fin. El PRI sabe que,
de continuar empecinado y sosteniendo a unedil que no da
resultados, la derrota electoral será de mero trámite. 2.- Gracias
a la presión ciudadana, se logró prorrogar el otro gasolinazo previsto
por el gobierno federal, para aplicarlo en el actual mes de febrero. Y eso envalentonó a
ciertos aspirantes tricolores a la alcaldía. Entre ellos, la diputada federal
por el distrito 7, Beatriz Vélez Núñez, quien comenzó a desplegar
proselitismo. Hasta ayudó a los locatarios del mercado Benito Juárez,
a solucionar el problema de un fétido y abultado contenedor de basura que fue
derrumbado por los comerciantes, en protesta contra el ayuntamiento
capitalino. Lo que los locatarios ignoran, es que Bety Vélez lo hizo en
realidad, para beneficiarse ella misma, dado que sus oficinas
de gestoría se encuentran atrás de ese contenedor, en un lavado de autos. Un
beneficio similar obtuvo cuando votó a favor del gasolinazo en
el Congreso de la Unión. La legisladora tricolor está visiblemente tocada por
ese infame voto. De hecho, es un factor que adelantaría su
derrota electoral, de ser encumbrada como candidata por ese partido, a
la alcaldía de Chilpancingo. 3.- La unidad tricolor pende
de un hilo en la capital para la elección de julio de 2018. Porque el
gobernador Héctor Astudillo, decidió dejar sin canicas que jugar, al
ex edil tricolor Mario Moreno Arcos, quien posee una
importante base electoral en toda la zona centro. Incluso,
mucha de esa estructura le sirvió al actual mandatario estatal
para ganar la elección interna tricolor por la
alcaldía, en 2008. Con todo, Mario no fue
agraciado con la dirigencia estatal del PRI. El serrucho no ha cortado
parejo, para el también ex diputado federal. Y de continuar enfriando las cosas
en ese sentido, el gobernador ya debe advertir la inevitable ruptura
política. En ese carril, Mario podría llevarse sus canicas a jugar a
otra parte. Y eso pondría en riesgo el hipotético triunfo
electoral tricolor en la alcaldía de Chilpancingo. El horno no está
para bollos. Pero tal parece que ni el gobernador Astudillo ni el PRI, reaccionan.
Tampoco conjuran los escenarios de desastre. O en
su defecto, buscan deliberadamente perder la capital. De ser
así, para allá se dirigen con paso firme.
HOJEADAS DE
PÁGINAS…El hambre de poder es muy
grande también, en el PAN. La trifulca violenta del pasado
domingo demostró lastimeramente, la forma burda, grotesca y
pandilleril en que los bloques del dirigente estatal, Marco
Antonio Maganda Villalba, y el opositor Eloy Salmerón Díaz, se disputan
por anticipado las candidaturas a las alcaldías y diputaciones para el
2018. Y por su estrechez de miras, el PAN en Guerrero no ha renunciado a
la etiqueta de “partido político familiar”.
Por eso no crecen.