Abrevando
José Antonio Lavín Reyna
“Los hombres creen buscar sinceramente el reposo, y
en realidad no buscan sino agitación”: Blaise Pascal
Centenario de la Constitución.
Tomando como referencia el centenario de la Constitución de los Estados
Unidos Mexicanos, se escribieron en periódicos locales y regionales
bastantes columnas acerca de ese tema, de entre esos muchos, tomo de la escrita
por Sixto Duarte, algunos párrafos ya que a mi parecer toca temas torales
acerca de lo que los constituyentes de 1917 pretendieron lograr en la
aplicación de la misma.
La columna en cuestión señala: “La brecha entre ricos y pobres estaba
muy marcada. La desigualdad era muy profunda. La tierra estaba en manos de unos
cuantos. Las empresas extranjeras explotaban los recursos naturales y mantenían
inversiones en sectores estratégicos. La Iglesia se entrometía en asuntos de
Estado. Los obreros eran abusados por parte de sus patrones. No existían
programas educativos claros. Había una enorme impunidad en todo el territorio
nacional, convirtiéndolo en un Estado prácticamente ingobernable”. Continua el
columnista: “Quien lea estas breves líneas pudiera pensar que nos referimos a las
condiciones del México actual. En realidad el columnista, se está refiriendo a
las condiciones del México de principios del siglo XX, mismas que hicieron
posible que el pueblo se levantara en armas y provocara una Revolución que
terminó por derrocar a Porfirio Díaz”.
En el mismo tenor, quien redacta la columna presupone que es por todos
conocidos que: “Díaz llevaba más de treinta años en el poder. La Iglesia
educaba, y había sido aliada del porfiriano. Los campesinos padecían un sistema
casi feudal, en el cual, además de no contar con tierra para producir,
prácticamente estaban sujetos a la potestad del latifundista por medio de las
“tiendas de raya”. En el ámbito obrero, la explotación de los trabajadores
provocó las huelgas de Rio Blanco y Cananea”.
A continuación expone que “El poder constituyente, encargado de crear
una Constitución, toma en cuenta los valores políticos y sociales predominantes
de la época. Igualmente, toma en consideración la idiosincrasia del pueblo, de
ahí́ que muchas demandas de la época se convirtieron posteriormente en luchas
que terminaron traduciéndose en la promulgación de tres artículos
constitucionales: el 3 que establece la gratuidad y laicidad de la educación,
el 27, que dispone el reparto agrario, y el dominio de la Nación sobre los
recursos, y el 123 que otorga derechos laborales en favor de los obreros. Es
decir, la Constitución en gran medida va narrando la historia de nuestro país”.
Para agregar que, pese a que pasaron cien años de la promulgación de la
Constitución., de manera desafortunada, un enorme sector de la población
desconoce qué se celebraba el 5 de febrero. Este es un ejemplo de que el
sistema educativo ha fallado. El anhelo del constituyente de ver a un pueblo
completamente educado todavía no se ha cumplido. Yo le agregaría que el colmo
es que la mayoría de los diputados desconoce el contenido de los artículos, el
número de ellos y ellos son quienes a lo largo de los 100 años han modificado
el texto original, que vergüenza, más aún que cobran por ser diputados, por eso
es necesario que sepamos elegir y no llevar gente poco preparada al Congreso.
Retomando la columna, señala “Otro anhelo del constituyente era ver una
república federal donde la división de poderes fuera efectiva. Por muchos años
el Ejecutivo ejerció́ facultades meta-constitucionales, aun y cuando esto
implicara una intromisión en otros poderes o una restricción a la soberanía de
los Estados. Con el paso del tiempo, la división de poderes en el país ha sido
cada vez más evidente. Sin embargo, los Estados siguen en gran medida
supeditados a las decisiones que se toman en el centro del país, convirtiendo
el vocablo “federal” en una intención más que en una realidad. Luego agrega “La
retórica constitucional era una y el ejercicio del poder era otro. En la
actualidad, el deseo de que México sea un Estado federal no se ha cristalizado.
Otra lucha fue combatir las precarias condiciones de vida de obreros y
campesinos en el México de principios del siglo XX. Es innegable que hay
avances, pero ¿han sido suficientes? ¿Han alcanzado los obreros condiciones que
les permitan proveer para sus familias?
La pregunta sería: ¿Estamos mejor que hace un siglo? La respuesta es
obvia, México es un mucho mejor país hoy que hace cien años. Por la
introducción de la presente entrega pudiéramos pensar que no es así́, que
seguimos estancados en donde mismo. Eso se debe a que la historia es cíclica y
determinadas condiciones se pueden repetir de manera indefinida.
Por último termina citando a Luis Maldonado Venegas, que entre otras cosas señalo que: “a los constituyentes de 1824 les correspondió́ fundar las bases de un Estado federal, libre y soberano; al movimiento liberal de 1857, consolidar las estructuras republicanas y proclamar las libertades individuales. A los promotores e ideólogos de la carta fundamental de 1917, proclamar los derechos sociales”. Las constituciones organizan el Estado y el poder público, y garantizan la plena libertad del ciudadano. La nuestra, además, es la voz suprema de la Patria. Hasta aquí.
Por último termina citando a Luis Maldonado Venegas, que entre otras cosas señalo que: “a los constituyentes de 1824 les correspondió́ fundar las bases de un Estado federal, libre y soberano; al movimiento liberal de 1857, consolidar las estructuras republicanas y proclamar las libertades individuales. A los promotores e ideólogos de la carta fundamental de 1917, proclamar los derechos sociales”. Las constituciones organizan el Estado y el poder público, y garantizan la plena libertad del ciudadano. La nuestra, además, es la voz suprema de la Patria. Hasta aquí.
Algo más…
México, como país independiente, ha sido un Estado débil. Porfirio Díaz
desvió el postulado de la Constitución de 1857, al suponer que se requería un
ejercicio del poder que pudiera controlar toda clase de intentos subversivos
que pusieran en riesgo la unidad nacional. Ahora de manera cíclica vuelven los
cantos de la sirena a hablar de la Unidad Nacional, cuando todos sabemos que
los Estados Unidos de América nunca nos invadirán nuevamente, sólo es
aprovechar el momento para hacer política y elevar los niveles de aceptación de
los gobernantes y partidos políticos. Cuidado con eso.
CCXLXXXI.-En Iguala, sólo hay unidad en torno al dinero, el alcalde y
sus amigos; se están adjudicando todas las obras, haciendo caso omiso a la
transparencia. Ahora sólo le importa al gobierno del estado y al municipal, que
la gente olvide el grave problema de seguridad que se vive. El económico
no importa. Cientos de familias quedarán felices con un espectáculo de artistas
de segundo nivel, que saldrán muy caros. Pero qué importa, al pueblo darle
CIRCO y ya.