PATADAS BAJO LA MESA Por Moisés Ocampo Román


Moisés Ocampo Román

Y le explicaba el cabo a su jefe y al presidente municipal, todo un rollo que el mismo comandante del 27 Batallón le dijo: “si, si, ve al grano…”. El chiste pues que hicieron un operativo en las céntricas calles de nuestra ciudad, en donde la ciudadanía NO está contenta, porque detenían a quien se les ocurría, así como diciendo “para que vean que estamos atacando frontalmente a la delincuencia”. Y es un verdadero insulto a esta ciudad que hemos sufrido los embates de la gente de otros lados, entre ellos estos audaces y valientes soldados, ahhh… y todavía se hacen acompañar por la Policía Municipal y los agentes de Tránsito, quienes ustedes recordarán que son cómplices de la delincuencia organizada. Al menos los agentes de Tránsito son los mismos bandidos, con las mismas mañas. Digo ¡por favor! Y la verdad el señor Presidente Herón Delgado se vio como que fue a darse un baño de pueblo. Claro, en camioneta de lujo y con 8 policías del estado custodiándolo, y sólo para decir: “está bien, con solo verlos a ustedes (los soldados) la ciudadanía se siente tranquila”. ¡No vaya a ser cierto! Estos ignorante y orates uniformados solo dan miedo, y más que todos se parecen entre ellos, son tan semejantes que dan miedo, es como una raza maldita.

Para qué nos hacemos tontos todos si ellos saben dónde están los delincuentes. Imagínese usted: tenemos Policía Municipal, del estado, federación y los “guachos”, y no han podido detener a los delincuentes llamados “El Flaco” y “El Gordo”, que llevan en casi 2 meses 40 motos y 17 carros robados con lujo de violencia y cuentan con una moto negra vieja y un cuchillo por igual, y hacen de la suyas con una gran impunidad. Claro, en contubernio con las mismas autoridades. ¿Y por qué lo digo? Porque se nota, y mucho. No se necesita ser adivino, lo que se ve se juzga sin mentir. Es como a mi vieja se le nota el gran amor que le tiene a mi cartera, traen un amorío entre ellas. “Nada es fingido sino es como con el cristal como lo ves”. ¡A huevo! Una frase chingona de mi tía Eduviges.