LECTURA POLÍTICA Por Noé Mondragón Norato

Noé Mondragón Norato

El PRI y los premios a la corrupción

Para el PRI, son cosas del pasado que el amigo tiempo se encarga de aliviar. Por eso se entiende que con el regreso al gobierno estatal de ese partido, encabezado por Héctor Astudillo Flores, los compromisos políticos se impusieron a las demandas del combate a la corrupción. Y como si no hubiese bastado con el escándalo que los envolvió en su momento, los actores tricolores cuestionados por desvíos de recursos en el pasado, volvieron a tener su chance en el presente. La oportunidad de volver impune y cínicamente, a sustraer recursos de las arcas públicas por el solo hecho de pertenecer al partido que ganó las elecciones en junio del 2015. Como si los votantes no contaran ni influyeran en la rendición de cuentas de los funcionarios públicos. Y al abrir esa puerta, es el propio mandatario estatal quien envía señales muy claras deno pretender atacar la corrupción, sino alentarla. Basta con ver la radiografía completa.
PRI: REGRESO A LA CORRUPCIÓN.- Junto con la actual diputada federal, Verónica Muñoz Parra, el recién estrenado edil suplente del municipio de Iguala, Herón Delgado Castañeda, fueron señalados en el inicio de la administración estatal presidida por el ex gobernador perredista Zeferino Torreblanca Galindo –en julio de 2005-, de falsificar documentos ydesviar recursos de la Secretaría de Salud –donde ambos fueron titulares en la gestión de René Juárez Cisneros-, por un monto de 17 millones de pesos. E incluso, se liberó orden de aprehensión contra ambos. Pero gracias a las relaciones de poder PRI-PRD de aquel entonces, nunca tuvieron efecto legal. Zeferino Torreblanca, se tragó completo su propio vómito y escándalo. Y de ahí se abren las lecturas: 1.- Tras el escándalo, la veracruzana Verónica Muñoz Parra, apeló a los buenos oficios políticos tanto de los ex gobernadores Rubén Figueroa Alcocer y René Juárez Cisneros, quienes le sirvieron de cuña política ante el perredista Zeferino Torreblanca. La negociación fue exitosa. Y a Verónica ya no se le tocó más. Incluso, fue premiada y empujada como diputada local plurinominal en la 60 legislatura (2012-2015). Y luego pidió licencia para competir en 2015, por la diputación federal en el distrito 6. Increíblemente y dada la amnesia social y la pobreza que se traduce en manipulación constante en la Montaña baja, ganó esa elección. Y desde San Lázaro, está legislando “a favor” de los guerrerenses, aprobándole todas las reformas estructurales al presidente Peña Nieto. Incluidos los aumentos recientes a las gasolinas y la energía eléctrica. 2.- El priísta Herón Delgado Castañeda, no corrió con mejor suerte. Pese a ser señalado de presentar más de 600 facturas apócrifas como ex titular de la Secretaría de Salud, con el retorno del PRI al gobierno estatal, el gobernador Héctor Astudillo, lo designó como subsecretario de Prevención y Control de Enfermedades de la propia Secretaría de Salud. Irónicamente, la dependencia que fue acusado de saquear. Y fue empujado a su vez comosuplente en la alcaldía igualteca, del incompetente ex edil igualteco, Esteban Albarrán Mendoza, quien ante su notoriaausencia de resultados, optó por emprender la huida al Senado de la república. Y le heredó la alcaldía a Delgado Castañeda, quien ya tomó la protesta de Ley como alcalde ante el Congreso local. Herón arrastra con la etiqueta de la corrupción, de la que muy difícilmente se desprenderá. Y las preguntas ineludibles son: ¿Cuántas serán las facturas que como edil de Iguala, pasará como falsas esta vez? ¿Le pondrá marcaje personal la inmóvil, ineficaz y también incompetente, Auditoria General del Estado (AGE), encabezada por Alfonso Damián Peralta? ¿Habrá como en 2005, “justicia y gracia” para Herón, a pesar del antecedente negativo que arrastra? Las señales políticas enviadas por el gobernador Astudillo y por el PRI, son bastante malas.

HOJEADAS DE PÁGINAS…Con el despido de dos catedráticos señalados de vender calificaciones al interior de la UAGro, el rector Javier Saldaña Almazán, le da certidumbre a los procesos de evaluación y acreditación en dicha institución. Solo le falta endurecer los filtros para evitar que los familiares de los funcionarios, tengan mano ancha en el acceso a la docencia en las Facultades. Acabar con los nepotismos en la UAGro es el obligado y siguiente paso. Por salud y bienestar de la propia Universidad.